martes, 29 de marzo de 2016

No es lo que el vacío significa, sino lo que su no decir provoca.

Los que dibujamos en cad sabemos que es perfectamente posible ver el "grosor" a los colores. Así, a la hora de imprimir, hablamos de "puntas ascendentes" haciendo referencia a las viejas puntas (estilógrafos) Rotring y al espesor de las mismas.
También nos resulta fácil escuchar un color o ver un sonido. Es habitual en nosotros, los arquitectos, encontrarnos diciendo "esto me hace ruido" o "esta imagen pide a gritos" o "el silencio de esta obra", etc
También escuchamos el decir de los materiales. Estamos seguros de interpretarlos. No solo eso: mantenemos largos e interesantes diálogos en silencio con nuestra propia experiencia e intuición. Sabemos que cada proyecto tiene su música y que esta no sería tal sin sus espacios entre notas, es decir de sus silencios. "La arquitectura es música congelada" (A. Schopenhauer).
Los arquitectos tarde o temprano valoramos el silencio, diría... EL VACÍO. Aprendemos a preservarlo porque sabemos que (al igual que el lienzo en blanco para el pintor) duele, presiona, nos pone vulnerables, nos llena de dudas... Pero es la manera que surjan las pulsiones, las ideas. Lo valorable de este proceso (el de creación) no es lo que el vacío significa, sino lo que su no decir (ausencia) provoca.
Viene para largo...





Foto: Ana Paula Amado
La Plata, Argentina
marzo 2016

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Nostalgia y renuncia


En "Con la frente marchita", Sabina nos dice: "No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca, jamás, sucedió".
Y como redoblando la apuesta, Freud remata: "Nada es tan difícil como la renuncia a un placer que se ha saboreado una vez".
Nostalgia y renuncia no son sinónimos pero en el fondo hablan de lo mismo: Ausencia. Tristeza. Melancolía. Angustia. Abandono... Abandonar un sueño. La tristeza que provoca la ausencia. La renuncia a un amor...
¿Quién puede negarlo? Hay decires, textos, lugares... que nos sacuden. Perturban. Es el encuentro contingente con lo que siempre ha estado. Aquello que no vamos a soltar nunca. Se trata de lo que se tiene, de lo que somos. El retorno de lo olvidado. Lo que insiste por ser recordado. También lo que no se deja recordar pero ha dejado su huella. Esa marca indeleble. La memoria?




Foto: Ana Paula Amado
Marzo 2016, Pinamar. Argentina
https://www.facebook.com/amadoarquitectura/photos/a.355308194551796.80497.352786118137337/959843774098232/?type=3&theater